Callejones del bajo mundo

Lugar no frecuentado por los nobles, donde los peores crímenes se cometen en un aura de secretismo

Estaba aburrido.

Con letras mayúsculas. ABURRIDO.

Incluso estaba tan harto, que podía deletrear en mayúsculas su estado: A-B-U-R-R-I-D-O.

William siempre le ponía a hacer trabajos aburridos cuando estaba falto de personal. Recoger almas de personas poco interesantes no era su fuerte y menos cuando tenía que hacer el trabajo solo. Y ahí estaba, Grell Sutcliff, mejor conocido como el Shinigami Rojo de la división de Londres, en espera de que la víctima estuviera cerca de su hora, cazando el momento preciso en el cual tendría que recolectar su alma y enviarla para su archivo a la biblioteca de la división.

-¡ABURRIDO! -Gruñó, comenzando a caminar entre los pasillos, ignoando a las personas que pasaban junto a él. -William es tan cruel conmigo... -Dijo haciendo un puchero, pensando en las mil y un maneras de hacerle pagar el que estuviera dándole trabajo tan aburrido.

Y cuando todo terminó, aún seguía con ese sentimiento de molestia, así que ni tarde ni perezoso fue al único lugar donde siempre era bienvenido en Londres: La tienda del Undertaker