"Una deliciosa pesadilla" Sebastian x Alois

"Una deliciosa pesadilla"

Los constantes copos caían sobre su cabeza, todo se encontraba ya inundado de aquella blanca y fría nieve; su cálido aliento salía atra vez de su boca, ni siquiera un abrigo había procurado llevar, en su arranque de envidia actuó sin pensar en otra cosa mas que en poder deshacerse de ese chiquillo que diariamente encendía los ojos de su mayordomo. En su costado derecho llevaba bien resguardada, una filosa daga, seria algo difícil de llevar a cabo pero se aseguraría, Claude no devoraría esa intrusa alma.

Al fin llego, arrejuntaba sus manos contra a su pecho en un intento por resguardarse del helado viento que le envolvía; se frotaba los antebrazos intentando entrar en calor, su blanca piel estaba increíblemente mas pálida; en sus delgados labios se matizaba un tenue color purpura, pero sus ojos contrastaban en gran manera, encendidos como dos intensas llamas azuladas.

Sigilosamente penetro el jardín, algunas habitaciones permanecían iluminadas sobresaliendo de todo el nublado y entre obscuro paisaje. Miro hacia una de las ventanas superiores, la cual, permanecía sin señales de luz.

--“seguramente es esa”—

Pensó confiado el rubio pues ya era muy tarde como para que el joven conde Phantomhive estuviera despierto, colocando sus manos sobre algunos orificios de la pared comenzó a subir.

--“solo un poco … solo un poco mas…”—

Se animaba mientras procuraba olvidar la altura en la que estaba y a la cual temía. Estaba a punto de llegar cuando resbalo, sujetándose fuerte de donde pudo logro salvarse de la caída pero no impidió que las desnudas ramas de un árbol rasgaran parte dela tela de su hombro llegando hasta su congelada piel y resguardándola de forma profunda, como pudo ahogo el gemido dolor entre sus labios y continuo.

Lo había logrado, estaba dentro, no perdió tiempo y fue directamente a la cama de la habitación pero no hallando nada poso una mano sobre su frente necesitaba pensar en un nuevo plan; una presencia tras él lo hizo girarse, eso era el final de sus planes, el impresionante mayordomo de los Phantomhive frente a él marcaba un duro cambio a su suerte, sonrió un poco como burlándose de si mismo por todo lo que estaba ocurriendo.

--Parece que cometí un error..—

Pronuncio cual niño travieso, sintió un fuerte mareo, sosteniéndose de donde pudo evito falsear. Ahora estaba a merced de ese demonio, ni siquiera la daga que llevaba lo ayudaría, se encontraba débil por la caminata atra vez de la nieve pero de algo estaba seguro, no importaría cuanto le costara, saldría satisfecho del lugar … si es que lo lograba.